30 de enero de 2014

"Fangejar" por la Albufera

"Fanguejar" (traducido “remover el barro”) es uno de los trabajos que se realiza en el arrozal que ha permanecido inundado durante el otoño para preparar los campos para la nueva siembra. En el fondo es el equivalente al arado en “tierra firme”. Esta tarea, al revomer los lodos, pone al alcance de gaviotas, ardeidas, limícolas y paseriformes ingentes cantidades de alimento que aprovechan muchas veces siguiendo a los mismos tractores cuando realizan el trabajo.

Es uno de las imágenes más bonitas que se pueden ver en la Albufera y por eso decidí que esta era un buen momento para organizar una excursión con ACTIO Birding.

Si tenéis curiosidad, en este enlace podéis leer la crónica de la misma. ¡¡Creo que no defraudará!!

Para muestra, algunas imágenes de lo que dio de si la jornada













13 de enero de 2014

Mirando al mar

A pesar de haber nacido y vivido en Valencia, el hecho de pasar los fines de semana o las vacaciones en el interior hizo, probablemente, que mi afición a las aves se despertase observando páridos en los pinares de la Sierra de Enguera, viendo buitres sobrevolar la Mola o el Castell de Ares del Maestrat, o contemplando rapaces surcando los cielos de los Montes Universales, la Serranía de Cuenca o los Pirineos mientras andaba de ruta en algún campamento de verano ... en lugar de mirando al mar que baña mi ciudad.

Tampoco ayudó el hecho de que entre esta y el mar mediterráneo, se interponga uno de los humedales más importantes de esta parte del litoral español: la Albufera. Con la diversidad y cantidad de especies que allí se pueden observar, casi en cualquier época del año, hay suficiente para concentrar la atención de un observador durante muchas jornadas sin apenas dirigir la vista al mar.

Pero desde que conocí la Societat Valenciana d'Ornitologia (SVO) y empecé a participar en sus actividades he tenido la suerte de conocer a compañeros ornitólogos que me han hecho descubrir "esas otras aves": las marinas.
Este año he compartido varias jornadas de RAM (Registro de Aves Marinas) en el faro de Cullera con Jose Luis Terrasa (Terry), Victor París y, sobre todo, Luis Aleixos con los que he disfrutado aprendiendo  sobre gaviotas, negrones, alcatraces y pardelas. ¡Y lo que me queda!

 

Luis dice que allí se pueden ver Págalos, algún invierno llegan Colimbos y que otra vez estaré presente cuando aparezca el Alca. Creo que lo hace para animar a la concurrencia a seguir acompañándole en esos meses duros de madrugón, viento frío y humedad que cala los huesos. Pero como se suele decir de meigas, duendes y fantasmas ... "haberlos, haylos"!!

Lo que sí es frecuente, según la temporada, es el paso de "trenes" y la formación de balsas de Pardela balear (Ruffinus mauretanicus) a pocos cientos de metros del cabo entre las que nos afanamos en buscar alguna P. mediterrránea (Puffinus yelkouan). 
 
O la observación de los níveos Alcatraces atlánticos (Sula bassana) de ingrávido vuelo cruzándose en la lente del telescopio con los pequeños Charranes patinegros (Sterna sandvicensis) zambulléndose en el mar, mientras se escruta el horizonte en busca de esa especie rara o se intenta contar el número de individuos que forman ese "inestable" grupo de Negrones comunes (Melanitta nigra). 
 

También es habitual que se plantee el reto de distinguir una "melano" (Ichthyaetus melanocephalus) incrustada en un grupo de gaviotas reidoras (Choroicocephalus ridibundus) o, aún más complicado, la especie a la que pertenece ese juvenil de gaviota que pasa ahora sobre nosotros.



Pero lo que es realmente un espectáculo sorprendente es lo que ha sucedido en las dos últimas convocatorias de RAM (diciembre y enero): centenares de Flamencos (Phoenicopterus ruber) cubriendo el horizonte deplazándose sobre el mar quizá asustados por las actividades de los cazadores en los arrozales en torno a la Albufera donde descansan y se alimentan.

  
  

Y como no es fácil dejar de mirar a tierra, al hacerlo los edificios del Faro de Cullera nos deparán a veces sorpresas. Como un lance de caza de un Halcón peregrino (Falco peregrinus) sobre un despistado Estornino (Sturnus sp.) o un Cernícalo vulgar (Falco tinnunculus) desplumando su última captura, quizá un Colirrojo tizón (Phoenichuros ochruros), en un alfeizar de una ventana en la que esa misma noche, probablemente, descansaron los Aviones roqueros ( Ptynogoprogne rupestris) de la nutrida colonia invernante.


Sirva esta entrada como muestra de agradecimiento a Luis Aleixos por las informaciones facilitadas de manera desinteresada y las opiniones prestadas, que han ayudado a que el  proyecto de ACTIO Birding vaya convirtiéndose en una realidad.

NOTA: las fotografías que ilustran el post han sido tomadas con cámara y zoom digital por lo que se muestran solo con un carácter ilustrativo.