30 de abril de 2011

Paseo por el Parc Natural del Foix (Barcelona)

El pasado domingo 24 de abril  tuve la oportunidad de hacer un pequeño recorrido por los alrededores del pantano del Foix, un bonito enclave en la comarca del Penedés, rodeado de bosques de coniferas con algunos restos de encinar.
Había estado pasado anteriormente por el pantano en octubre y febrero observando la presencia de cormorán grande (Phalacrocorax carbo), garza real (Ardea cinerea), garceta común (Egetta garzetta), gallineta (Gallinula chloropus), zampullín chico (Tachybaptus ruficollis) ánade real (Anas platyrhyncos) (foto 2) .

En esa última fecha (2770272011) pude contemplar un gran grupo de cormoranes pescando en el pantano  y varias gaviotas reidoras (Larus ridibundus) acosándolos cuando conseguía capturar algún pez (foto 1). 



Pero en estas fechas de primavera apenas se observaban ya cormoranes  (solo conté 2) y no vi ninguna reidora.  El resto de especies continuaban presentes, a excepción del Zampullín que no logre observar, aunque desconozco si todas ellas crían en el pantano. 


En el paseo por el sendero de La Font de l'Horta se observaron y escucharon los habituales fringílidos: verdecillo (Serinus serinus)  (foto 3), verderón (Carduelis chloris), jilguero (Carduelis cannabina) y pinzón vulgar (Fringilla coelebs));  y el no menos habitual carbonero común (Parus major). Junto a ellos el probablemente "recien llegado" ruiseñor común (Luscinia megarhynchos) (foto 4), además de petirrojo (Erithacus rubecula), chochín (Troglodytes troglodytes), agateador común (Certhia brachydactyla), mito (Aegithalus caudatus), mirlo común (Turdus merula) y paloma torcaz (Columba palumbus); además de una especie de mosquitero, probablemente papialbo aunque no podría asegurarlo.                                      (Fotos: Virgilio Beltrán)

24 de abril de 2011

Vencejos reales sobre Barcelona

Recuerdo perfectamente que la primera vez que vi una de estas aves, tenía yo 14 años y me encontraba en Barcelona con mis padres en una la última parada de regreso de un viaje a Italia.
Recuerdo que me sorprendió verlos por las calles de Barcelona puesto que, al no haberlos visto antes en las excursiones por los lugares habituales de mis "campeos", me imaginaba que serían pájaros difíciles de observar.
Pensé incluso que me habría equivocado y hasta que no llegue a casa y pude comprobarlo en la guía de campo, no di por buena mi observación.
Ayer, de nuevo en Barcelona, pero esta vez sobre el castillo de Montujuic; un pequeño grupo de 6-8 vencejos reales (Apus melba) de alargada figura e inconfundible diseño de blanco vientre, me hicieron recordar aquel momento.
Evolucionaban por encima de las gaviotas patiamarillas con las que, quizás, comparten los acantidalos sobre el puerto de este emblemático parque barcelonés.
Pude escuchar también su voces en vuelo. Era la primera vez que lo hacía.

22 de abril de 2011

Tras la tormenta, siempre regresa la calma

Después de la impresionante tormenta de la noche pasada, esta mañana ha amanecido un día luminoso y radiente. La media luna, que anoche no pudo lucir , se mantiene, orgullosa, desafiando a un sol que, hoy sí, parece querer devolver al paisaje los colores de la estación en que nos encontramos. El verde "primavera" domina bajo estos primeros rayos de la mañana.

Sobre este escenario los mismos "actores" que ayer -carboneros, gorriones, mirlos, currucas, estorninos,  ...- se afanan en proclamar su presencia entre los árboles que, aún a esta hora, destilan los restos de  la tormenta. 
Pero esta mañana algunos nuevos solistas se han unido al coro.

Una abubilla (Upupa epopos), desde uno de los viejos algarrobos de la zona infantil,  marca el compás con su "pu-pu-pu" mientras un verdecillo (Serinus serinus) hace un "sólo" desde la rama más alta de uno de los chopos que rodean el riachuelo. Allá lejos, en el barranco, un torcecuello (Jynx torquilla) parece "reírse" de ellos.

Mientras, más cerca, un pequeño mosquitero revolotea buscan su desayuno entre los brotes, ya floridos, de los fresnos y las hojas de los álamos. No he podido identificar la especie.

21 de abril de 2011

Día gris y lluvioso en Alborache

Me he encontrado con un día gris y con la presencia de una fina lluvia al llegar al Albergue ACTIO. A estas horas ya ha perlado las ramas de los arbustos y ha formado incluso algún pequeño charco sobre la tierra
Pero en mi pequeño paseo de "reconocimiento" por la parcela, he comprobado que esto no es impedimento para que los gorriones comunes se afanen en acarrear materiales que desaparecen entre los huecos del edificio.

El siempre activo carbonero común canta desde alguno de los almeces que jalonan el Barranco del Conde ya vestidos con su verde primaveral. Muy próximo, un mirlo común pone el contrapunto melódico al monótono "chi-chi-pan" del párido. Más lejos también se oye el canto de un estornino común intercalando silbidos y chasquidos.

Las golondrinas no vuela hoy pero tampoco las he visto en sus nidos en construcción ni en sus posaderos habituales. Me preocupa. ¿Habrán desistido de anidar en las aulas?

Ya de vuelta, frente a la puerta sur, una curruca cabecinegra se muestra unos instantes sobre las ramas de un arbolillo mientras emite su canto, para desaparecer en cuanto nota mi presencia entre las ramas del enorme lentisco donde, probablemente, cada año hace su nido.

15 de abril de 2011

Amores al atardecer

Ayer miércoles dando un corto paseo al atardecer por los alrededores de Moncada (Valencia) pude observar 3 escenas de cortejo y/o apareamiento de tres especies distintas de aves en muy poco tiempo.
Primero fueron una pareja de buitrones (Cisticola juncidis) que se habían asentado en un barbecho colonizado por gramímeas.
La hembra se hallaba posada en la rama de unas hierbas de cierta altura, mientras el macho realizaba vuelos en círculo a su alrededor mientras emitía su particular reclamo, en un subi-baja que me recordó a ciertas atracciones de feria.
Finalmente se poso junto a ella y casi de inmediato se alejaron hacia otro lugar lejos de mi vista. Quizá buscaban más intimidad!!


Los que no resultaron tan tímidos y discretos fueron la pareja de cernícalo común (Falco tinnunculus) que localice fácilmente sobre la tapia de un viejo frontón perteneciente a una de esas casas señoriales que aparecen distribuidas por la huerta de Valencia, mientra copulaban "a voz en grito".
Después del apareamiento la hembra continuó sobre el muro atusándose el plumaje, quizá descompuesto por las "atenciones" del macho, mientra este último se oculto de mi vista desplazándose a las ramas de un enorme pino de la alquería.
Foto: Virgilio Beltrán



Los últimos "enamorados" fueron una pareja de urracas (Pica pica) que intercalaban cortas persecuciones de árbol en árbol, con paradas en las que el macho intentaba demostrar sus encantos a la hembra.
No pude seguir con la observación puesto que descubrieron mi cercana presencia y decidieron interrumpir su galanteo para buscar un lugar más tranquilo.

14 de abril de 2011

Aves generalistas, fondo de armario ... o el don de la ubicuidad.

Cuando semana tras semana, estación tras estación, año tras año, salimos al campo a observar aves o simplemente a pasear; siempre hay un reducido grupo de aves con las que nos topamos de forma invariable, independientemente del tipo de hábitat en el que nos encontremos (exceptuando los muy específicos). 
Como en cualquier generalización, podemos discrepar de la rotundidad de la afirmación, pero es un hecho científicamente descrito que existen especies  que se adaptan a diferentes hábitats porque utilizan una amplia variedad de recursos, los llamados generalistas u oportunistas; y otras, especialistas, que al utilizar solamente un determinado tipo de recurso tienen una distribución más restringida.
 (foto: Virgilio Beltrán)

Cuatro de estos "omnipresentes" son el carbonero común (Parus major), el verdecillo (Serinus serinus), el jilguero (Carduelis cannabina) y el mirlo común (Turdus merula). Los encontramos en los parques urbanos, en las huertas y cultivos próximos a pueblos y ciudades, en las dehesas o los cultivos de secano, en los bosques de pinos o en los encinares mediterráneos, ... Yo diría que estos pájaros, junto a algunos otros como el verderón común (Carduelis chloris) o el estornino negro (Sturnus unicolor), son como el "fondo de armario" de un aficionado a la observación de aves: siempre aseguran que haya "algo que ponerse" y que en cualquier jornada ornitológica o simple paseo, no nos vayamos a casa sin ver nada.  

Esta conclusión, a la que uno puede llegar repasando sus anotaciones de muchas jornadas de campo, se ve corroborada de forma científica por los datos obtenidos del trabajo de muchos voluntarios del Programa de Seguimiento de Aves Comunes (SACRE) de Seo/Birlife, con el que colaboro desde hace años, y donde se concluye que estas especies aparecen en más del 90 % de las cuadrículas prospectadas.

Verdecillo           479 de 501
Mirlo común        477 de 501
Jilguero              474 de 501 
Carbonero común 467 de 501
Verderón común  466 de 501
Estornino negro   463 de 501
      

11 de abril de 2011

Fin de semana en Alborache

Este sábado tuve la oportunidad de hacer un pequeño recorrido por el entorno del Albergue ACTIO  observando aves. No madrugué mucho, debo confesarlo, pero aún así la jornada comenzaba bien pues en el camino de ida ya pude observar un Ratonero común (Buteo buteo) junto a la carretera a la altura de Godelleta.
El recorrido partía del albergue y en sus alrededores ya se advertía que la primavera estaba en todo su apogeo por el contínuo ir y venir de los gorriones comúnes (Passer domesticus) entre los huecos de edificio, y los incesantes cantos de verdecillos (Serinus serinus), jilgueros (Carduelis carduelis) y verderones (Carduelis chloris) entre los árboles.
Los carboneros comunes (Parus major) , las currucas cabecinegras (Sylvia melanocephala) y una lejana Cogujada montesina (Galerida theklae) se unieron a la algarabía de sonidos que llenaban la mañana.
Ya camino del Charco Azul, el pequeño Buitrón (Cisticola juncidis)  hizo oir su monótono canto en vuelo mientras una pareja de tarabillas comunes (Saxicola torquata) me observaba desde las ramas secas de un matorral afectado por el incendio de hace 3 veranos junto al Barranco del Conde.
Pero en este punto, antes de iniciar el descenso pude observar ... ¡el primer Alcaudón común (Lanius senator) del año! Justo en los mismos posaderos donde suelen observarse cada verano.


 (Foto: Virgilio Beltrán)

Ya en el Charco Azul el espectáculo lo dieron una pareja de chochines (Troglodytes  troglodytes) con su demostración de celo primaveral. El macho proclamaba su territorio desde una rama con su vigoroso y característico canto y posteriormente realizando persecuciones de la hembra entre las ramas de la vegetación de los alrededores del manantial.
Ya metido en el curso del río Buñol, el Ruiseñor bastardo (Cethia cethia) y los mirlos comunes (Turdus merula) se unieron a los fringílidos y a los carboneros comunes que también se oían aquí, para aumentar la lista de especies observadas. Pero mi sorpresa fue escuchar entre los cañaverales que rodean las ruinas del Molino Guarro  el inconfundible canto del Carrizero tordal (Acrocephalus arundinaceus) que llegó a hacerme dudar puesto que jamás lo había escuchado en la zona.
Siguiendo el curso del río, en su zona más escarpada con taludes perpendiculares de más de 10 m. pude observar un macho de Roquero solitario (Monticola solitarius) con su impresionante plumaje nupcial azulado. Más adelante pude ver una pareja de la misma especie y apreciar la enorme diferencia de coloración entre macho y hembra.
Abandonado el lecho del río continué camino por huertos y campos cultivados de los alrededores del pueblo donde la lista de especies se fue ampliando con golondrinas (Hirundo rsutica) y aviones comunes (Delichon urbica),  un Cernícalo vulgar (Falco tinnunculus) y, por fin, ... los primeros abejarucos (Merops apiaster) de la temporada volando muy alto y emitiendo sus inconfundibles llamadas.
La hora de comer llegó cuando me encontraba en un bosquecillo de pinos junto a la Fuente del Rincón, pero la banda sonora de cantos de fringílidos y páridos no se detenía a pesar del calor.
Pude escuchar un Agateador común (Certhia brachydactyla) y ver una pareja de inquietos mitos (Aegithalus caudatus)  mientras comía y un poco más tarde también el canto de una perdiz común (Alectoris rufa). 
Pero lo que me resultó más curioso fue escuchar varias veces la característica "voz" de una gallineta (Gallinula chloropus) que seguramente aprovechaba la balsa de riego junto a la fuente y las acequias que de ella partían para establecer sus dominios a pesar del escaso volumen de agua.
Ya de regreso la lista se amplio con otras cuatro "primeras observaciones" para este año:
- el Torcecuello (Jynx torquilla) del cual escuche al menos 2 ejemplares  
- la Golondrina daurica (Hirundo daurica) con 3 ejemplares 
- un Ruiseñor común (Luscinia megarynchos) 
- una Abubilla (Upupa epopos)
Los "humanizados" estorninos negros (Sturnus unicolor) y alguna Tórtola turca (Streptopelia decaocto) se añadierona a la lista cuando, ya de vuelta, atravesé el pueblo.
La última sorpresa la deparó un precioso Pito real (Picus viridis) que se levantó del suelo apenas a 20 m. delante de mi iniciando una rapidísima huida hacia los sotos del río cuando ya me encontraba próximo al albergue.
Un total de 30 especies diferentes a pesar de no haber madrugado y de haber tenido una jornada muy calurosa!!





8 de abril de 2011

Llegan los heraldos del verano!

Quizá lleven ya días por aquí, pero hoy he visto vencejos comunes (Apus apus) sobre el cielo de Valencia por primera vez.
Para mi son unos pájaros entrañables, porque traen a mi memoria los días de los interminables veranos de cuando era un niño 
Sus agudos gritos y sus vuelos rasantes, en apretadas "escuadrillas", junto a las paredes de las casas, la iglesias o el campanario  siempre despertaron mi asombro y admiración. Y lo siguen haciendo!!

6 de abril de 2011

Parc Natural de la Muntanya de Monteserrat

En mi última salida, esta vez en el Parc Natural de la montaña de Montserrat (Barcelona) tuve la fortuna de observar a primera hora unas inmensas "V" de cormoranes dirigiéndose en migración hacia el norte.
Varias rapaces se dejaron ver a lo largo del día, pero destaco la estilizada silueta del halcón peregrino (Falco peregrinus) sobrevolando la imponentes moles de roca que aquí llaman "Les Agulles". En la misma zona una pareja de cuervos (Corvus corax) que patrullaban su territorio contestan a mi "llamada".
Ya al atardecer, 3 buitres leonados (Gyps fulvus) evolucionaban buscando posaderos donde pasar la noche.
Fue una inmejorable despedida para una bonita jornada de senderismo!!