22 de abril de 2011

Tras la tormenta, siempre regresa la calma

Después de la impresionante tormenta de la noche pasada, esta mañana ha amanecido un día luminoso y radiente. La media luna, que anoche no pudo lucir , se mantiene, orgullosa, desafiando a un sol que, hoy sí, parece querer devolver al paisaje los colores de la estación en que nos encontramos. El verde "primavera" domina bajo estos primeros rayos de la mañana.

Sobre este escenario los mismos "actores" que ayer -carboneros, gorriones, mirlos, currucas, estorninos,  ...- se afanan en proclamar su presencia entre los árboles que, aún a esta hora, destilan los restos de  la tormenta. 
Pero esta mañana algunos nuevos solistas se han unido al coro.

Una abubilla (Upupa epopos), desde uno de los viejos algarrobos de la zona infantil,  marca el compás con su "pu-pu-pu" mientras un verdecillo (Serinus serinus) hace un "sólo" desde la rama más alta de uno de los chopos que rodean el riachuelo. Allá lejos, en el barranco, un torcecuello (Jynx torquilla) parece "reírse" de ellos.

Mientras, más cerca, un pequeño mosquitero revolotea buscan su desayuno entre los brotes, ya floridos, de los fresnos y las hojas de los álamos. No he podido identificar la especie.

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