2 de agosto de 2011

Silencio en la ciudad.

Quizá suene exagerado para cualquiera que tiene que sufrir diariamente el ruido del tráfico, las obras o el bullicio de la gente. Pero para los que caminamos siempre con el oído atento a los sonidos "naturales" y especialmente a los cantos de nuestros vecinos alados, hace ya más de una semana que la ciudad se nos ha vuelto silenciosa.
Los "escuadrones" de vencejos que desde hace unos meses solíamos escuchar todas la mañanas entre las calles, imponiéndose desde las alturas con sus agudas voces a los cotidianos sonidos del despertar de la ciudad, han desaparecido como por arte de magia. De un día para otro ya no es posible deleitarse con estos velocísimos pájaros maniobrando entre los edificios donde han criado este temporada.

Son migradores tempranos que si bien en el mes de abril, casi recién estrenada la primavera, anunciaban ya la pronta llegada del verano; ahora, apenas comenzado lo más duro de este, abandonan nuestras tierras para regresar a África.
Se van acompañados de los que aquí nacieron y que el próximo año, si tienen suerte, regresarán de nuevo.

Ya no pensaba escribir esta entrada ya que otros blogeros a los que sigo y admiro se adelantaron con la "noticia" hace días, http://diariosdeunnaturalista.blogspot.com/2011/07/el-silencio-de-los-vencejos.html .
Pero esta mañana aún he visto dos rezagados volando por encima del Parque de Cabecera en mi ciudad (Valencia). Como no podía ser de otro modo se dirigían al sur.
No he podido dejar de contarlo, a modo de despedida, ... hasta el año que viene!!

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