6 de diciembre de 2012

Invernada de paseriformes


No por esperado resulta menos emocionante pasear por los parajes habituales de campeo e ir descubriendo como la llegada del invierno hace retornar a ellos a especies de paseriformes ausentes o escasas en otras épocas del año.

El bosque galería del río Buñol, a su paso por el término de Alborache, y el entorno agrícola que lo circunda formado por cultivos de secano (olivos y algarrobos), pequeños huertos (con algunos frutales de lo más variado) y escasos campos de naranjos; atrae a multitud de estos invernantes que encuentran en las choperas y cañaverales de las orillas del río, los árboles cultivados  y los márgenes de los minifundios colonizados por almeces, esparrageras, zarzamoras y otros arbustos mediterráneos refugio y alimento para los duros meses de invierno.






Esta mañana, en un recorrido de inventario para el futuro Atlas de Aves de la provincia de Valencia, he comprobado que ya están aquí algunos de esos pájaros que no se ven habitualmente.

Foto Salva Llavala
Además de decenas de zorzales comunes y pinzones vulgares destaca la llegada de ejemplares de acentor comúncurruca capirotada, herrerillo común, bisbita pratense, inquietos mosquiteros comunes y petirrojos , lavandera cascadeña o escribano soteño que no suelen verse en otras estaciones.

Junto a ellos es notable también el aumento del número de ejemplares de otro párido residente, el carbonero común, y de otras especies como la lavandera blanca, el mito o el colirrojo tizón.
Foto: Virgilio Beltrán
Foto: Virgilio Beltrán

Permanecen en sus territorios el pico picapinos tamborileando sobre los huecos troncos de los chopos muertos, los pequeños chochines entre las zarzas y matorrales que rodean el  Charco Azul y los algún ejemplar de cetia ruiseñor en los cañaverales del río. Sobre ellos, vigilante y alerta a cualquier descuido el cernícalo vulgar.

No obstante he echado en falta la presencia de esos grandes bandos mixtos de fringílidos que se forman en estás épocas. Tan solo algún bandito de verdecillo común y algún ejemplar de jilguero y ausencia total de verderón común y del irruptivo lúgano, que se ha visto en estas fechas por la comarca contigua como refleja en el blog  Aves de Requena-Utiel mi compañero en la SVO Javier Armero y si llegó aquí otros inviernos.

Y a pesar de que estas especies no tienen la espectacularidad de otros invernantes procedentes del norte como grullas, gansos y otra anátidas, o la rareza de limícolas y otras especies marinas que pueden llegarse a ver por las costas; uno acaba satisfecho la jornada de campo comprobando que la vida continua bullendo a sus alrededor.
Solamente la contínua traca de las escopteas ensombrece el rostro y empaña esta satisfacción interior que sentimos los ornitólogos después de una jornada de campo, pensando cuantas de estas aves, especialmente zorzales, serán abatidos en todos los día que aún restan para cerrar la veda y poner fin a esta temporada de caza.

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