5 de junio de 2011

Paseo por Montanejos: rocas y roqueros

El último domingo de mayo tuve la oportunidad de recorre la senda de "Los Estrechos" (Montanejos) en pleno Parc Naturtal de la Serra d'Espadà.
Presumía yo que no sería un día propicio para observar aves, puesto que el recorrido era en compañía de un grupo de amigos con bastante niños. No es que no me gusten los niños pero suelen resultar incompatibles con el silencio, la paciencia y la observación calmada. No obstante no dudé en llevarme los prismáticos y el cuaderno de campo ... "por lo que pudiese pasar".


 ¡Y comenzó bien el día!, pues ya en el punto de encuentro, mientras almorzábamos, tuve que echar mano de ellos, ya que sobre le "Cerro del Castillejo" se estaba formando una columna de buitres leonados (Gyps fulvus) que comenzaban su jornada en busca de alimento. Pude contar 12 ejemplares.





El resto del recorrido, que discurre entre pinares de pino carrasco y algún tramo 
de vegetación de ribera junto al río, no deparó ninguna sorpresa. Mito, carbonero común, mirlo común, chochín, verdecillo, jilguero  y alguna curruca cabecinegra fueron las especies escuchadas repetidamente, además de algún ruiseñor común y un par de lavanderas blancas moviéndose cerca de la corriente del río Mijares, espectacular por otra parte tanto por la transparencia de sus aguas como por el caudal que portaba.


Alcanzada la base de la presa del Embalse de Arenós, se divisaban los cortados calizos de la parte posterior del "Morrón de Campos" donde era evidente, por las marcas blancas de sus excrementos, la presencia de los buitres leonados. 
Desconozco si anidan en estos cortados y al no llevar telescopio no pude distinguir si había o no nidos. Lo que si observé fueron algunos ejemplares que se hallaban posados en las rocas o realizaban pequeños desplazamientos entre posaderos. Observé 4 ejemplares pero es posible que hubiese más.


 


El camino de regreso a la Fte. de los Baños, donde pensábamos comer, pasa por la parte más encajonada del cauce del río que justifica el nombre del sendero. En este punto, mezclándose con los escaladores que desafían la verticalidad de las paredes, un grupo de aviones roqueros (Ptyonoprogne rupestris) nos deleitó con espectaculares piruetas en el acantilado.
Observados casi desde arriba, gracias a la altura del sendero, parecían casi ingrávidos. Sus piruetas en el aire incluían un variado repertorio de giros, quiebros, cambios de sentido, plegados  y picados que hacían imposible sacarles una foto a pesar de la proximidad.


File:Ptyonoprogne rupestris -Europe-8.jpg (Fotografía de Martien Brand)   




Sin duda observar las evoluciones de estas pequeñas aves, fue el mejor momento "ornitológico" de la jornada.  


Luego, en la Fte. de los Baños sus parientes las golondrinas y aviones comunes, los vencejos y un ruiseñor bastardo se añadieron a la lista de aves observadas u oídas durante la excursión.


Ya de regreso a casa aún tuve la ocasión de contemplar desde el coche un Aguililla calzada (Aquila pennata) en la plana de Castellón.



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